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Nuestra misión

BASE DE PARÍS (1855)

«Las Asociaciones Cristianas de Jóvenes buscan unir a aquellos jóvenes que, considerando a Jesucristo como su Salvador y su Dios, según las Sagradas Escrituras, desean, en su fe y en su vida, ser discípulos de Él y trabajar juntos para extender entre los jóvenes el Reino de su Maestro».

Nota: Las divergencias de opinión sobre otros asuntos, por importantes que sean, no interferirán en las relaciones armónicas de los miembros y asociados que integran la Alianza Mundial

DECLARACIÓN DE KAMPALA (1973)

La Base de París expresa que Cristo es el centro del Movimiento, y éste es concebido como una hermandad mundial que une a los cristianos de todas las confesiones. Es consecuente con una política de asociación abierta, que incluye personas sin hacer cuestión de su fe, edad, sexo, raza y condición social. La Base no se formula para que se use como condición de afiliación individual a la ACJ, lo cual se deja deliberadamente a discreción de los Movimientos que constituyen la Alianza Mundial. La Base establece claramente que los Movimientos constituyentes de la Alianza Mundial tienen plena libertad para expresar sus propósitos en otros términos, si corresponden más directamente a las necesidades y aspiraciones de aquéllos a quienes busca servir, siempre que la Alianza Mundial los considere de acuerdo con la Base de París. Reconociendo el carácter de la ACJ en el mundo de hoy, este acto de aceptación de la Base de París compromete a las Asociaciones y sus miembros como colaboradores de Dios, a los siguientes imperativos:

  1. Trabajar para que todos tengan iguales oportunidades y exista justicia para todos.
  2. Trabajar para lograr y mantener un medio ambiente en el que las relaciones humanas se caractericen por el amor y la comprensión.
  3. Trabajar para lograr y mantener dentro de la ACJ y en la sociedad, con sus organizaciones e instituciones, condiciones que hagan posible la honestidad, la profundidad y la creación.
  4. Desarrollar y mantener normas de liderato y programa que sean ejemplo de la variedad y profundidad de la experiencia cristiana.
  5. Trabajar por el desarrollo integral del ser humano.

Afirmando la Base de Paris adoptada en 1855, como la declaración fundacional contemporánea de la Misión de la Asociación Cristiana de Jóvenes, en los umbrales del tercer milenio, declaramos que la Asociación Cristiana de Jóvenes es un movimiento mundial cristiano, ecuménico y voluntario para todos: mujeres y hombres, con especial énfasis en y con la genuina participación de los jóvenes, y que procura compartir el ideal cristiano de construcción de una comunidad humana de justicia con amor, paz y reconciliación con plenitud de vida para toda la creación.

DESAFIO XXI (1998)

  1. Compartir y vivenciar la buena noticia de Jesucristo y el empeño por el bienestar espiritual, físico e intelectual del individuo y la integridad de las comunidades.
  2. Facultar a todos, especialmente a los jóvenes y a la mujer para que sean auto determinados, ejerzan grandes responsabilidades, asuman un liderazgo a todo nivel y trabajen hacia una sociedad Equitativa y Autonomía.
  3. Abogar y promover los derechos de la mujer y defender los derechos de los niños y los jóvenes.
  4. Fomentar el diálogo y la fraternidad entre las personas de diferentes creencias e ideologías, reconociendo su propia identidad y promoviendo la renovación cultural.
  5. Comprometerse a trabajar en solidaridad con los pobres, desposeídos, desarraigados, minorías raciales, religiosas y étnicas.
  6. Defender la creación de Dios contra todo aquello que pueda destruirla preservando y protegiendo los recursos de la tierra para futuras generaciones.